Para ir tirando aquí,
en el inframundo,
no hace falta que sean ciertas,
ni extensas,
ni completas.
Basta con
una pseudoesperanza,
una semialegría,
una microilusión…
Sí, creo que con eso
puede ser suficiente.
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Otros textos del autor pueden leerse en los libros "Este sol de la infancia" y "Miedo a no volar" (El importe de cada uno es en torno a 8 euros y se destina íntegramente a fines benéficos y humanitarios. Más información en las páginas www.publicacionesacuman.unlugar.com http://publicacionesacuman.blogspot.com.es
2 comments:
Plantar un olivo de muy viejo y alegrarte del aceite que no comerás. Estar seguro de que ese aceite existirá, es lo que importa.
Y si ves que se acercan las máquinas excavadoras, que lo arrasarán todo para hacer un barrio, no importa. Sigues con mimo cavando la cuna del olivo. Es lo que te ha tocado hacer y solo interesa si lo sabrás hacer bien o no.
A eso me refería, Nán. La esperanza como motor del existir. Y si falla, se sustituye por un sucedáneo, un simulacro, un remedo. Yo creo que así es como funcionamos (probablemente no podría ser de otro modo), aunque no siempre seamos conscientes de ello.
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