Thursday, May 26, 2016

El de la brocha

Olvidar es higiénico,
es un limpiador mágico:

lava heridas profundas,
arranca viejas costras,
borra manchas mugrientas,
retira los escombros,
lleva el hierro oxidado a plantas de residuos,
saca restos de hollín,
desfonda pozos ciegos,
desatasca desagües,

te remoza,
te aclara,

deja correr el aire donde había sólo trastos…

Olvidar es fantástico,
raya en lo milagroso:

lo que una vez pasó no pasó nunca.

(Como esas pesadillas
que llegan pero luego se van sin dejar rastro;
por obra del olvido se esfuman,
se disuelven en medio de la noche.)

Olvidar es salvífico.
Sin su ayuda eficaz, sin su lograda técnica,
¿cómo resistiríamos?

¿Quién podría caminar entre tejas caídas,
desvencijadas losas,
astillas que se clavan,
vidrios rotos,
cascotes…?

Sea siempre bienvenido el ilustre fregón,
el hábil fontanero,
el pintor que recubre de cal las mohosas piedras.

-Eh oiga, el del mono blanco
(sí, usted: el de la brocha y la escalera al hombro):
¿enluciría usted estas sucias paredes?,
¿vertería sobre ellas una capa
de olvido?


Tuesday, May 03, 2016

Eres

No eres quien eres

Eres el hombre que no tienes qué dar a tus hijos famélicos

Papá, tengo hambre

y no tienes qué darles

Subes a una barcaza

demasiado pequeña para tanta gente

y pones rumbo a Europa sin saber si llegarás o morirás entre olas

y si llegas serás un ilegal

mera carne explotable y sin papeles


Hazte a la idea de que eres ese hombre


No eres quien eres

Eres la mujer que no fuiste a la escuela

Hay letras, números

un rótulo, un cartel

y no sabes qué dicen


Hazte a la idea de que eres esa mujer


No eres quien eres

Eres con ojos que nunca ven nada

y te vistes, te bañas, caminas a oscuras

Así eres

viviendo

sin saber qué es azul, cómo es el verde


Hazte a la idea de que eres ella o él


O quizá eres quien eres

Eres tú

no esos otros




pero ignoras las causas

endebles, fortuitas

no necesarias, no inamovibles


desconoces la rara lotería

la escondida ruleta, los dados enigmáticos

por los que sí eres tú


por los que no eres ellos