Friday, January 08, 2010

Desatino

Un león caza una cebra
(no tiene más remedio).
A menudo es una cebra enferma,
o una cebra preñada,
o un cachorro de cebra,
y la digiere, y esa cebra
(o su carne, o parte de ella) se incorpora al león y ahora es león.
Así es como funciona.
Nadie me preguntó
-ni el mundo ni la vida ni nadie en absoluto-
por mis opiniones,
mis gustos,
mis ideas.
Y no sé quién decidió
pero el caso es que así:
luchar y depredar,
así es como esto -que no me gusta- es.
Bien, pero ahora yo digo:
¿Fue el mundo hecho para mí
-a mi gusto, a mi medida-?
Obviamente no.
Y ¿fui yo hecho para el mundo
-a su medida, a su gusto-?
Obviamente tampoco.
Qué absurdo entonces traerme,
qué insensato por su parte,
qué desatino tan grande
el del mundo:
traerme a pesar de que no
íbamos a congeniar,
traerme sabiendo que nunca
podríamos entendernos.

2 comments:

Isabel Martínez Barquero said...

Un poema filosófico y disconforme, tal vez narrativo de más, tal vez... Es sólo una opinión y puede estar errada.
Un abrazo.

saiz said...

Gracias, Isabel. Es un honor para mí que vengas a leer estos sencillos textos. Buen fin de semana. Un abrazo.