Monday, October 05, 2009

Sin inmutarse

Constantes,
neutros,
indiferentes
el volumen del prisma mientras Camboya,
el área del trapecio mientras Hiroshima,
el perímetro del círculo (diámetro por pi) mientras Guernica,
la atracción gravitatoria mientras Armenia,
la velocidad de la luz mientras Auschwitz…

Indiferentes
neutros,
constantes
-porque no les incumbía,
porque les traía sin cuidado,
porque no iba con ellos:
con los preceptos rectores del Todo,
con las supremas ordenanzas físicas-
el volumen del prisma,
el área del trapecio,
el perímetro del círculo,
la atracción gravitatoria,
la velocidad de la luz…

2 comments:

NáN said...

Menos que nosotros por unas hormigas en el campo. Toda la razón. Y ahora que la soberbia humana parece cambiar el planeta sin darse cuenta de que lo que cambia es nuestra posibilidad de vivir nosotros en él, este poema es mucho más necesario.

saiz said...

Gracias, Nán, por tu comentario, tan certero como siempre.

La absoluta indiferencia del mundo físico ante el dolor humano, ante el sufrimiento que unos hombres infligen a otros (sufrimiento causado, no por la fatalidad ni por una catástrofe, sino por los propios humanos entre sí), esa indiferencia -digo- es una obviedad que nunca dejará de producirme extrañeza.