Monday, September 14, 2009

Bienvenido

Abrámosle la puerta a ese viajero
que viene de regiones apartadas
y atravesó desiertos sin oasis,
valles desolados,
nieves perpetuas,
cordilleras abruptas y angustiosas...

Acojamos en casa a ese viajero ignorado
que viene hacia nosotros sin anunciarse,
inesperadamente,
sin cumplir ningún deber,
sin motivo,
y ha caminado acarreando en sus hombros
un diminuto saco de alegría.

2 comments:

aurora said...

A la alegría hay que recibirla con todos los honores.

saiz said...

Así es, Aurora. A menudo no sabemos cuántos territorios hostiles y yermos, cuántas trancas y barrancas, ha tenido que recorrer la alegría para venir a nosotros todas las veces que nos es regalada.

Gracias por tu comentario.