Tuesday, April 08, 2008

Pulcramente escritas

Sin discordancias
en correcta sintaxis (sujeto, verbo, predicado)
con jerga ordenancista y puntuación académica
mandaban
acallar otras voces
someter otras razas
invadir territorios
practicar exterminios…

Aunque lo que mandaban era sucio
lo ordenaban en leyes muy pulcramente escritas
con cuidadas palabras
con lenguaje esmerado
y las comas en su
sitio.

6 comments:

Anonymous said...

Las leyes puede que estén muy bien escritas pero eso no quiere decir que sean justas.
Cloe

saiz said...

Sí, a eso me refería. Al contraste entre el tecnicismo depurado de la redacción de las leyes (pensemos en las normas que se aprueban en las dictaduras) y el contenido brutal de lo que pueden mandar las leyes. Al hecho de que, incluso lo más atroz, se puede ordenar y reglamentar de un modo formalmente aséptico.

NáN said...

Esta es la secuencia: primero la brutalidad pura y dura, para conseguir el poder; segundo hacer las leyes, pulcramente y con cara de no haber roto un plato; tercero usar las leyes para actuar como en el primer punto, pero con expresión bondadosa.

Es el momento de hacer todo lo que dice tu poema, pero besando a los niños y acariciando a los perros. La Historia.

saiz said...

Completamente de acuerdo, Nán. Muy bien expuesta la sucesión de acciones: la secuencia.

Gemma said...

Pues a mí me parece que el lenguaje leguleyo es infumable. Incluso la mayoría de las veces, agramatical... Y ya no digamos, antiestético y feo...

Sea como fuere, comparto contigo la opinión de que el demonio exhibe siempre sus mejores modales...

saiz said...

No es que el lenguaje legal sea bello. Tampoco lo intenta. Sólo pretende aparentar asepsia y tecnicismo. Es una prosa cuidada en lo sintáctico y gramatical. Es decir, pretende parecer técnica e impoluta, como si detrás de lo que ordena no hubiese unos valores y unos intereses... muchas veces inconfesables. Si leemos las leyes que rigieron (o rigen) en sistemas totalitarios, encontramos que desde el punto de vista de su redacción parecen normas neutras y objetivas. Aparentemente no muestran lo que llevan dentro.

(Por otro lado, nunca había oído esa frase última que escribes: "El demonio exhibe siempre sus mejores modales". Me parece muy atinada. Así que me la guardo para mi colección.)

Un abrazo.