Su sed su hambre su miedo su fatiga
su ternura hacia el ternero (flagrante redundancia)
su memoria su espanto sus impulsos su calma
su sueño su apetencia su hartazgo su dolor
(aquí un etcétera o puntos suspensivos)
en porciones esponjosas que pueden degustarse
aunque más bien insípidos sesos de vaca
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3 comments:
de pequeño yo tambien los comí, antes claro de las Vacas Locas. No estaban mal, un poco sosos pero se arreglaba echandoles limón.
Por respeto deberia estar prohbidio comer cerebros de nadie, ni siquiera de cerdos ni vacas.
Al hilo de un comentario anterior: SESOS SOSOS
Buen juego de palabras
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