Wednesday, March 16, 2011

Gracias

Ya sé que no es así pero hablo ahora como si pudierais oírme
entenderme
¿Cómo empezasteis vosotras?
Primero fuisteis grito o rugido de garganta animal en los arbustos
poco más que un relincho o un cacareo
ondas sonoras viajando en el aire
golpes de ruido que se hicieron sílabas
Nombres para las cosas de la Tierra
palabras para todo lo innombrado
Pero después os fuisteis anudando
enlazando las unas con las otras hasta abarcar todo cuanto hay
Y al final capturasteis lo de dentro
palabras para miedo y esperanza
palabras para angustia y alegría
Así erais cuando llegasteis a mí
así cuando yo llegué a vosotras
Humanas palabras
mundo hecho verbo
¿qué habría sido de mí sin vosotras
sin poder escribiros
leeros
sin el hambre de la página en blanco
sin la sed de los libros salvíficos?
Signos audibles
símbolos
voces que dormíais en el pecho del hombre
gracias amigas por haber venido

4 comments:

NáN said...

Primero fue la oscuridad
después aprendimos a nombrarla. Con ese nombre, cambiando el orden de las letras, añadiendo las que nos hacían falta, aprendimos a conversar con la escritura. O algo así.

saiz said...

¿Has pensado, Nán, cómo serías sin las palabras? ¿O con las palabras pero sin saber leerlas y escribirlas? Hay aún mucha gente en el mundo que no sabe escribir ni leer. Durante muchos milenios nadie o casi nadie sabía leer y escribir. Ser ágrafo era lo normal, lo habitual. ¡Y qué difícil de entenderlo, de hacerse a la idea! Yo creo que, si no pudiera escribir y leer, simplemente sería otra persona.

Noite de luNa said...

Ay, saiz, aquí, durante mucho tiempo, tampoco interesó demasiado que la gente supiera.
También aquí, todavía, hay gente que no sabe leer ni escribir y les da verguenza decirlo.

* Antes del accidente, entre otros cientos de cosas, daba clases a personas mayores que no sabían leer ni escribir. Nada en plan solidario, ni religioso.
Hombres y mujeres con una gran ilusión. Sobre todo, me llamó la atención un señor de casi ochenta años que había cuidado ovejas desde los seis años, en un pueblo de Guadalajara.
Me "enamoré" de él, de su vida y de su historia.

Aunque parezca broma, quería saber leer, para leer la prensa y sobre todo, quería leer, Alicia en el país de las maravillas.

Seis meses tardó, seis duros meses, pero lo consiguió.
No sé si eres capaz de imaginar su emoción y la mía, cuando leyó el cuento entero y dijo Fin.
Es a la única persona que le dí el nombre de mi blog para que escribiera algo y se fuese soltando. No se atreve.

Perdona que me explaye...

saiz said...

AquÍ, crÉeme si te digo que no habÍa leÍdo tu comentario hasta hoy. Me ha emocionado.