Monday, October 30, 2006

Cedió la tapia

Con su varita mágica
(en realidad un leño bien gordo)
dio unos toquecitos
(más bien unos zurriagazos)
aquí y allá
sobre la argamasa,
recitó un conjuro
y ¡zas!
cedió la tapia
y volvió invisibles a
"fuera" y "dentro".

3 comments:

Anonymous said...

Hermosos poemas. Vine aquí reenviada desde
decir-lo-indecible.blogspot.com
Gracias a quien me aconsejó

saiz said...

Gracias por tu visita.

saiz said...

Gracias por tu visita.