Encima del campo de batalla
donde los cañones, ametralladoras, tanques, piernas, brazos amputados
se alza ahora
una urbanización de viviendas unifamiliares
con jardín, zonas deportivas, colegio, centro de salud
y un parque infantil en donde juegan los hijos de los hijos de quienes lucharon en aquella batalla.
Desde luego que es una buena idea, siempre que
sobre los chalés, el centro de salud, el colegio y el parque infantil
dentro de algún tiempo no se instale, no se erija
otro campo de batalla.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
4 comments:
Ojalá, Isidro, pudiéramos decir algún día que se acabaron los campos de batalla.
Un abrazo.
Gracias, Cloe. Ojalá.
Otro abrazo para ti.
Quedará el recuerdo de que nada nos pertenece
Gracias, anónimo visitante, por tu comentario.
Post a Comment