Monday, March 10, 2008

La fuerza

La fuerza de no venirte abajo
cuando todo dice vente abajo.

La fuerza de no desmoronarte
cuando todo dice desmorónate.

La fuerza de asumir y encajar
cuando todo dice no asumas, no encajes.

La fuerza de levantarte
cuando todo dice quédate ahí tirado.

La fuerza de seguir adelante
cuando todo dice da media vuelta.

La fuerza insucumbible de erguirte pese a todo.

La fuerza a la que admiran, veneran en secreto
todas las demás fuerzas.

6 comments:

C. said...

¿No echas de menos esa fuerza?
Cuando pienso en el presente, me parece que vamos "in"volucionando. Siempre traigo del recuerdo la idea de que, por ejemplo, la depresión (algo tan habitual ahora), es un estado que mis abuelos no conocieron... no tenían tiempo para deprimirse, casi ni para llorar.
Creo que nos estamos volviendo demasiado flojillos. Y ni siquiera hay excusa en la consciencia de esta evidencia...
Slds!

C. said...

¿No echas de menos esa fuerza?
Cuando pienso en el presente, me parece que vamos "in"volucionando. Siempre traigo del recuerdo la idea de que, por ejemplo, la depresión (algo tan habitual ahora), es un estado que mis abuelos no conocieron... no tenían tiempo para deprimirse, casi ni para llorar.
Creo que nos estamos volviendo demasiado flojillos. Y ni siquiera hay excusa en la consciencia de esta evidencia...
Slds!

saiz said...

Sí, desde luego que la echo de menos muchas veces. Pero no siempre, afortunadamente.

Gracias, C., por tu comentario.

Anonymous said...

A veces, me encuentro sin esa fuerza pero, afortunadamente, dura poco tiempo. La ilusión me la atrae de nuevo y la ato fuerte para que no se escape.
Además, tengo un truco que hasta ahora me ha dado resultado. Cuando noto que va a abandonarme, me hincho a llorar y las lágrimas me limpian y me renuevan. Y así la engaño y, cuando cree que me ha ganado, me levanto de nuevo y a seguir adelante. Además, ya sabes, tampoco dejo que la esperanza se separe de mí, así que tengo muchos puntos para ayudarme.
Un abrazo fuerte.
Cloe

saiz said...

Me alegro de todo lo que dices. Y creo que esa fuerza, aparentemente débil e insignificante entre todas las fuerzas del mundo, es en realidad la más digna y estimable, porque desafía los embates de las otras fuerzas y no se deja doblegar por la lógica que preside a las demás. Es como esos "tentetiesos" que, aunque los volquemos, vuelven siempre a erguirse y ponerse otra vez de pie.

NáN said...

La depresión, c., existió siempre, pero a los melancólicos se les etiquetaba como locos y se les hacía tales cosas que pasaban a otro grado.

Enfermedades nuevas son ciertas infecciones, las alergias: todo lo relacionado con la industrialización desbocada. Pero la tristeza del ser consciente es muy antigua.

Lo que viene al caso del poema, que me gusta mucho con esas repeticiones de los principios. Esa fuerza, cuyo nombre hay que repetir, convoca la imagen de su contraria. De ahí su mérito, pero también su peligro.