Aquéllos a los que amo,
no vayáis a creer que sois sólo
vosotros:
también sois una pieza de mí.
Si os vais,
no sólo os vais:
también salís de atrás de mis membranas.
Algún trozo recóndito, alguna entraña oculta
me arrancáis,
me extraéis.
Si os destierran del mundo,
no sólo os han echado:
a mí además me extirpan,
me trocean.
A mí además me acortan,
me reducen.
A mí me desnivelan y
me tuercen.
Aquéllos a los que amo,
no vayáis a creer que estáis sólo en
vosotros,
que ocupáis sólo el hueco de
vuestra piel adentro:
también estáis insertos,
injertados en mí.
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2 comments:
Emocionante, Isidro. Un poema que da gusto leer lo primero de la mañana.
Gracias, Nán. Sin tus visitas este blog no sería lo que es.
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