Esfera hirviente,
después enfriada.
Orbitante,
viajera,
giratoria,
sacudida por magmas,
glaciaciones,
seísmos,
erupciones,
meteoros
(como si persiguieras recordarnos que estás aquí,
que de ti dependemos).
Bola insignificante y,
sin embargo,
única zona fértil del desierto,
insólito jardín en el erial.
Oasis donde las rocas respiraron,
donde brotaron ojos y cerebros,
sin saber cómo,
sin saber por qué.
Inerte generadora de vida.
Arcillosa creadora de sentidos.
Inconsciente hacedora de conciencias.
Tú seguirás aquí cuando no estemos.
Perdurarás más tiempo que nosotros, criaturas
de tu vientre mineral.
Superarás a tu pequeña obra y aún permanecerás
como astro inhóspito.
Pero, con todo,
estás condenada a alguna vez salirte de tu eje
para precipitarte contra el centro
y allí ser engullida
por la estrella.
Como tus hijos, has de
consumirte.
Como nosotros te irás,
Madre Esfera,
sin saber la razón de tu existir.
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2 comments:
Me gustó "criaturas de tu vientre mineral ".
Gracias por tus palabras, y por tu visita.
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