Los asteroides
nunca se enamoran
Tan grandes como son y sin embargo
a los quásares
no les duele nada
Las estrellas
terminan consumiéndose
pero agonizan sin miedo ni angustia
Los cometas
no albergan esperanza
Las constelaciones
no tienen nada de lo que arrepentirse
con lo cual su no-conciencia está siempre tranquila
Allí fuera nadie habla nuestro idioma
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2 comments:
Isidro, me alegro mucho de ver que sigues con tu poemas. Me alegro mucho de verte, pero mucho.
Un abrazo muy fuerte.
(Ahora vivo en Madrid)
Hola, Victoria. Dejé de visitar tu blog por creer que estaba inactivo, pero volveré por allí. Así que seguiremos en contacto. Otro fuerte abrazo para ti.
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