Amaba las alturas, los bordes, los tejados,
recorrer el alféizar como un equilibrista,
las cosas que se mueven,
meterse en los cajones,
estar tumbada al sol,
lavarse con la lengua,
perseguir a su rabo…
Y a mí. A mí también me quiso,
no sé en qué orden.
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3 comments:
El orden, la preferencia, la jerarquía... son muletas humanas. Que una gata libre te ame es un regalo al que mejor no buscarle tres pies. Felicidades.
http://celiadmf.wordpress.com/2011/03/04/%C2%A1adios-juana/
Gracias por vuestros comentarios.
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