Un verdadero poeta no debería
afanarse por llegar a fin de mes
mirar extractos de su cuenta corriente
escoger el colegio de sus hijos
invertir en la bolsa de valores
hacer la compra en el supermercado
ir al banco a pedir una hipoteca
multiplicar
dividir
restar
sumar
examinarse del carné de conducir
llevar el coche a pasar la ITV
hacer la declaración de la renta
tapizar dos sillones y un sofá
intentar arreglar el grifo roto
ese grifo del baño que gotea
Un verdadero poeta no debería
tiznarse de materia y practicismo
impregnarse de agenda y calendario
salpicarse de ruido mundanal
Antes bien
un verdadero poeta debería
sentir
y sentir sólo para luego
en abstracto expresar lo que ha sentido
Con lo cual convendréis que es muy difícil
que haya poetas auténticos
reales
que haya puros poetas
de verdad
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Otros textos del autor pueden leerse en los libros "Este sol de la infancia" y "Miedo a no volar" (El importe de cada uno es en torno a 8 euros y se destina íntegramente a fines benéficos y humanitarios. Más información en las páginas www.publicacionesacuman.unlugar.com http://publicacionesacuman.blogspot.com.es
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- Otros textos del autor pueden leerse en los libros "Este sol de la infancia" y "Miedo a no volar", publicados por editorial Acumán. El importe de cada uno es en torno a 8 euros, que se destinan íntegramente a fines benéficos y humanitarios. Puede verse más información en publicacionesacuman.blogspot.com.es
4 comments:
Creo que basta, a veces, encerrarse dentro del afuera, después de haber desayunado y recogido el desayuno.
Hola, Nán. En la práctica un poeta es también un ser humano, con las mismas necesidades básicas que cualquier otro. Pero a uno le cuesta trabajo imaginarse, por ejemplo, a un Pessoa o a un Rilke pensando en que tiene que zurcir unos calcetines y después ir a la verdulería a comprar rábanos para el almuerzo. Y sin embargo...
Muy muy difícil... como en el resto de artes. ¿Cuántos habrá y habrá habido tan sólo en potencia?
Gracias, C. Seguro que hay un montón de creadores y poetas que no hicieron públicas sus obras, sus creaciones, por pudor o por baja autoestima.
Ahora con Internet, yo visito algunas páginas en que gente anónima cuelga textos que a menudo me gustan y atrapan más que los de autores consagrados. Así que seguro que hay grandes obras que no hemos llegado a conocer. A fin de cuentas, hay también autores que estuvieron a punto de destruir su obra por no considerarla valiosa, y ello a pesar de la gran calidad de ésta. El caso más claro quizá sea el de Kafka, que pidió a un amigo Max Brod que a su muerte quemara sus escritos. Felizmente éste no le hizo caso.
Gracias y un saludo.
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