¿A quién amas, aire?
Pared, ¿tienes calor?
Roca, ¿qué detestas?
¿Te duele algo, silla?
Libro, ¿estás esperanzado?
¿Qué es para ti lo honesto, sábana?
¿Qué juzgas execrable, nube?
Agua, ¿tienes sueño?
¿Estás triste, cuarzo?
No, no contestáis nada.
Estáis a gusto así,
en la no-vida.
Pero vosotros,
componentes eléctricos,
cibernéticas mallas,
metales y circuitos prestos ya a sentir algo:
decidme, ¿tenéis miedo?,
¿os asusta estar vivos?
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2 comments:
Este me recuerda un poema de Rubén Dario titulada Lo Fatal:
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
Gracias, Aurora. No leía ese soneto desde el Bachillerato, pero es realmente espléndido, y escrito en un estilo poco habitual en Rubén Darío (tan dado a evocar "princesas de la boca de fresa" y otras pirotecnias verbales). Tu cita es totalmente pertinente.
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