¿Qué vine a hacer aquí
en el museo arqueológico del tiempo evadido,
en el recinto fósil de los días excavados,
si ya no queda el afán
ni las voces
y ni siquiera yo soy
el mismo?
¿Qué vine a hacer en este
teatro de añoranza
donde sólo subsisten decorados, muebles,
donde no sobrevive más que
el escenario?
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5 comments:
La vida es un continuo aprendizaje, desde que venimos hasta que nos vamos, y las lecciones que aprendemos están siempre relacionadas con nuestra capacidad de amar. La inercia supone una única visión de lo cotidiano, y nos avisa de algo nuevo, ya que la naturaleza siempre aborrece el vacio.
Gracias, Sandra, por tu comentario. En efecto: "siempre creciendo, siempre aprendiendo", éste podría ser un buen lema para vivir.
Pensar para luego poder escribir este poema tan bueno.
;-)
Gracias, Mega.
El escenario sobrevive... o sobremuere?
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