Oh emperador del caos,
del azar
y la anarquía,
insensible al espanto
y a los derrumbamientos:
Permite de una vez que sepamos
quién eres.
Enséñanos tu aspecto,
tu forma,
tu figura.
Déjanos ver tus rasgos,
tu semblante omisivo.
Muéstranos el rostro de
la frialdad,
la efigie pétrea de la
inhibición.
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2 comments:
...Y no nos dejes car en la tentación, mas líbranos del mal.
Amén
Muy ocurrente, Mega. Claro que, si previamente no hubiera creado la maldad y la tentación, no tendría que librarnos ni impedirnos caer en ellas.
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