Ayer fui al cementerio en que enterré
mis anhelos
y a uno de ellos dije
-así, por decir algo-:
"Levántate y anda".
Y el yacente fue y
-para mi sorpresa- saludó, se irguió y
se puso a andar.
¿A cuántos más habré sepultado
a destiempo?
¿Cuántos otros afanes habré enterrado
vivos?
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4 comments:
El espiritu habla a través del silencio, a veces solo es olvido, otras es cuestión de recuerdo.
Gracias Isidro, por todo.
Gracias a ti por tu visita.
Me llamo Sandra, hay anónimos de distinta autoria.
Pues muchas gracias, Sandra, por todo lo que dices.
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