Como la luna acoge la luz que el sol irradia
y hace de ella su luz
y nos la envía,
así espejeaba él la alegría de los otros
y en esa dispersión entretenía
su vacío,
el hueco que le dejó la desolación,
la angustia incompartida, para sí reservada.
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1 comment:
Bonito homenaje a los que se guardan para ellos su malhumor y no lo exhiben ni se lo hacen pagar a los otros que no tienen ninguna culpa.
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