acróbatas guardando
el equilibrio
con un pie en lo real
otro en el sueño
para no caer del todo
en el delirio
para no derrumbarse
en la aridez
buscando el punto
justo
en cuerdas
en aleros
en alféizares
una ráfaga de aire
un estornudo
una tos
un calambre
podría abatirlos
del suelo firme y
áspero
el otro pie en las
nubes
de lo amado y sentido
y vaporoso
erguidos pese a todo
probando el
contrapeso
ayudándose de los
brazos extendidos
alzándose
encogiéndose
contorsionándose
un pie puesto en las
cosas de aquí abajo
el otro en la
inmateria por ellas segregada
cambiando de postura cada vez que
un temblor
o un roce
o un retumbar
los descompensa
cada pie en una zona
tan distinta
cada pie en un lugar
tan alejado
trémulos
inestables
a un paso de
c
a
e
r
agarrándose entonces
al alambre
colgándose de él
encaramándose
y todo el tiempo así
equilibristas
del gran circo
del gran teatro del
mundo
curtidos ya en todas
las
acrobacias
1 comment:
Muy bonito. Somos tentetiesos: aguantando el tipo en medio de todos los vaivenes y todos los oleajes.
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