Todo lo que no quise, siendo querible…
Todo lo que no disfruté, siendo disfrutable…
Todo lo que, siendo entrañable, no sentí entraña adentro…
Todo lo que, siendo sonreíble, no me hizo sonreír…
…vino a pedirme cuentas esta noche.
Y yo:
-Perdonad, no me fijaba. Anduve despistado.
Ya me veis
volcado en el agobio de los días,
volcado en el agobio de los días,
perdido en mis tristezas. Disculpadme.
Y ellos:
-Vale, está bien, te perdonamos.
Pero a partir de ahora hazte el favor,
cada vez que te cruces con nosotros,
de prestar atención y no olvidarte
de querer,
de sonreír,
de disfrutar.
3 comments:
No te olvides, por favor, de los que utilizamos tu blog como parque de atracciones y cuasidroga de sentimientos...
Hola, C. Gracias por tus palabras. Es verdad que últimamente estoy más desconectado de los blogs, pero bueno, de vez en cuando intento publicar algunas cosas. Mientras tanto, ¡hay tanto por leer en tantos sitios!
Un abrazo.
Hacía tiempo que deseaba leerte un poema así, de perdón a ti mismo por aquello de lo que no fuiste culpable.
Un abrazo
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