Vuelven a veces viejos conocidos
como si nunca se fueran del todo
aquello que amé y ya no amo
mis demasiadotardes
las cicatrices interiores
lo que pudo haber sido y no fue
todo en lo que creí y ahora no creo
mis máscaras y disfraces de antaño
aquellas ilusiones abdicadas
los sueños para los que no estuve hecho
lo que tras tenerlo dejé de desear
los proyectos que fueron más grandes que yo
la vieja colección de errores repetidos
mis autotraiciones
mis autoinfidelidades
De vez en cuando regresan a verme
A pesar de los años son tercos y leales
son de esos amigos que perduran en el tiempo
de esa clase de amigos que nunca te olvidan
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2 comments:
Es importante el tema de tu poema. No nos damos cuenta de las cosas, de que nos apoyamos en lo que fue y nada desaparece. Son los momentos felices, o aquellos en los que reaccionamos bien, los que nos dan la fuerza del pasado para seguir; pero la lista de errores, los "demasiadotarde", nos acompañan y están ahí abajo, como en un campo minado.
Lo has dicho muy bien, Nán. Dejamos atrás las cosas, pero el pasado (el pesado pasado) nunca se borra del todo.
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