Pues fue la nieve quien esculpió al pingüino
y fue el desierto quien talló al dromedario
y así todos son obra de su entorno,
¿cómo sería yo
de haber nacido,
no en la zona confortable sino
en la de las privaciones:
allí donde uno crece
sin niñez,
sin cena,
sin escuela?
¿Cómo sería yo?
¿Qué habrían hecho de mí tantos “sines”,
cómo me habrían tallado esas carencias?
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4 comments:
Tras vencer al mar en cualquier patera, no podrías entrar tranquilo a una cafetería. Siempre pidiendo perdón por existir. Siempre el miedo a que te pidieran los papeles. Siempre los peores trabajos y el deseo de que con tus hijos el mundo fuera distinto.
Probablemente, Nán. De lo que estoy seguro es de que sería otra persona. Me llamaría (supongo) igual, tendría el mismo ADN y todo eso..., pero en todo-todo lo demás sería otra persona.
Isidro, llevo (creo que ya son años) "tiempo" leyéndote. Eso es gracias, por un lado, a tu constancia y, por otro, a tu capacidad de innovar.
Pensaba que nadie tenía más capacidad que yo para abarcar la infinidad de tanto mundo que nos rodea. Pero tú harías un poema del asa de una taza. Y no te desbordas de tanto que abarcas.
Eres mi esponja preferida.
Gracias, C., por tus palabras. Y perdona la posible tardanza en contestarte, pues no había visto tu comentario hasta hoy. Siempre digo lo mismo: debe haber algún medio para recibir un aviso cada vez que alguien deja un comentario en el blog, pero yo no lo conozco (soy bastante negado para la informática). Ah, lo del poema sobre el asa de la taza me parece un poco difícil... (tal vez Pablo Neruda). Un abrazo.
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