Thursday, November 20, 2008

Beatus ille

Dichoso aquél que no fue golpeado
por lo injusto
ni por lo absurdo
ni por lo cruel
Dichoso aquél a quien no clavaron colmillos
hasta lo más hondo
hasta rozar los huesos
Dichoso aquél a quien no descarnaron
ni le abrieron hendiduras
Dichoso aquél al que no hicieron
huecos
del tamaño del desequilibrio
ni agujeros
con forma de derrumbe
Dichoso aquél que no fue mordido
Dichoso aquél que no fue amputado
Dichoso aquél que está
entero

4 comments:

Anonymous said...

Yo creo que todos estamos amputados y que entero-entero lo que se dice entero, no hay nadie.

saiz said...

Así es. Yo también creo que ninguno de nosotros está completo: que a lo largo del camino se nos fueron cayendo fragmentos. Unos se desprendieron espontáneamente, otros nos los arrancamos, otros nos los arrancaron. Todos tenemos muñones, cicatrices y agujeros. A todos nos faltan trozos. Nadie está indemne, nadie está íntegro.

Anonymous said...

En efecto estamos horadados, acribillados, agujereados como un colador.

saiz said...

Gracias, Aurora, por tu comentario. Y perdona que no te haya contestado antes, es que no lo había visto hasta ahora.

Felicidad para ti en esta Navidad.