Afortunado aquél
a quien sólo embistió la tragedia
-el temblor, la catástrofe...-;
no el crimen ni la insidia.
Afortunado aquél
pese al desastre
porque no fue llamado a odiar
otros ojos.
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Otros textos del autor pueden leerse en los libros "Este sol de la infancia" y "Miedo a no volar" (El importe de cada uno es en torno a 8 euros y se destina íntegramente a fines benéficos y humanitarios. Más información en las páginas www.publicacionesacuman.unlugar.com http://publicacionesacuman.blogspot.com.es
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