Tras la conducción a la silla eléctrica
(en presencia de autoridades,
parientes de la víctima,
padres del condenado
-se miran, casi se saludan-)
mientras dos técnicos silenciosamente
adaptan las sujeciones al tamaño del reo
las correas dicen
chirriando
-Nadie gana esta noche.
Nadie sale de aquí
victorioso.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment